Samurai chiquito

Cuna de mi vientre,
sin más rebozo
que una poesía,
donde se anidan las culpas mías.
Gago de luz
nada sabe el viento que no se queda,
de un hilo pende el suspiro
del que ya se olvida.

Samurai chiquito,
ya no tengas miedo,
te haré guerrero invencible.
Escuche tu voz llamando,
quise ir a buscarte,
en la oscuridad de mil pasadizos
tiene fecha fantasma
el ángel de la guarda.

¿Cuanto falta madrugada
para que pueda volar?,
te alimentaré con la sangre
de la sanidad.
Acuérdate,
que hay un hombre que ríe.

Samurai chiquito,
ya no tengas miedo,
dibuje luz en las ventanas,
horizontes infinitos
para que puedas volar.

Acuérdate,
que hay un hombre que ríe.